Estos jóvenes se caracterizaban por el tipo de motos que conducían, las famosas vespas o scooters, siempre llenas de espejitos retrovisores y diversos accesorios, en contraposición a los Rockers, que nunca se separaban de sus motos de carretera.
Como curiosidad, seguramente vendrá a la cabeza de muchos adultos el momento en el que en la película Anochecer de un día, Ringo Star se ve sometido a la controvertida pregunta: ¿Es usted un Mod, o un Rocker? Y él contesta: “no, no, yo soy un mocker“.
Estos personajes, buscaban siempre “avanzar”, que para ellos era sinónimo de “aprender”. Su concepto de progreso implicaba la búsqueda de lo que pudiera estar en la vanguardia musical o de vestuario, para después abandonarlo cuando se hacía masivo y banal. Visitaban continuamente las tiendas de ropa para perfeccionar su apariencia, la peluquería para actualizar siempre su corte de pelo y adquirían las últimas novedades musicales casi antes de que llegaran a los establecimientos.
Por la noche, salían de fiesta durante horas, conocían todos los clubs londinenses en los que se pudiera bailar. No siempre va asociado lo uno con lo otro, pero en el caso de estos muchachos es cierto que para aguantar y sentirse siempre enérgicos hacían uso masivo de drogas, sobre todo excitantes, como las anfetaminas “purple hearts”.
Como curiosidad, seguramente vendrá a la cabeza de muchos adultos el momento en el que en la película Anochecer de un día, Ringo Star se ve sometido a la controvertida pregunta: ¿Es usted un Mod, o un Rocker? Y él contesta: “no, no, yo soy un mocker“.
Estos personajes, buscaban siempre “avanzar”, que para ellos era sinónimo de “aprender”. Su concepto de progreso implicaba la búsqueda de lo que pudiera estar en la vanguardia musical o de vestuario, para después abandonarlo cuando se hacía masivo y banal. Visitaban continuamente las tiendas de ropa para perfeccionar su apariencia, la peluquería para actualizar siempre su corte de pelo y adquirían las últimas novedades musicales casi antes de que llegaran a los establecimientos.
Por la noche, salían de fiesta durante horas, conocían todos los clubs londinenses en los que se pudiera bailar. No siempre va asociado lo uno con lo otro, pero en el caso de estos muchachos es cierto que para aguantar y sentirse siempre enérgicos hacían uso masivo de drogas, sobre todo excitantes, como las anfetaminas “purple hearts”.
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